Testimonios y biografías

Justo García nació en Horna, Guadalajara, el 5 de agosto de 1915. En la ficha del campo de concentración de Buchenwald, entre las palabras alemanas, destaca algo familiar: el nombre de la calle, “del Olmo”. Allí vivió Justo García Fernández. Fue uno de los once hermanos, el penúltimo. Cuando comenzó la Guerra Civil tenía 20 años. Se dedicaba a las labores del campo, no estaba afiliado a ningún partido, pero su familia tendía hacia la ideología de izquierdas y dos de sus hermanos lucharon en el bando republicano. Por lo tanto, todos estaban bajo sospecha.

Debido al ambiente amenazante, el joven campesino huyó del pueblo. Tras la derrota de la República, Justo se encontró en Francia, desde donde llegaron algunas cartas suyas a sus hermanos. Vivió en Burdeos y se sabe que participó en la Resistencia francesa.

Justo fue detenido en la pensión donde se alojaba y, tras pasar por varias prisiones, fue trasladado al conocido campo de tránsito de Compiègne, al norte de París. Allí estuvo al menos un año y medio. Desde allí llegó a Buchenwald el 19 de enero de 1944, lo que significa que viajó en el convoy que salió de Compiègne el 17 de enero con 1.943 deportados (253 de ellos españoles). La mayoría de los deportados eran personas detenidas por participar en la Resistencia. Según testimonios, que ahora se pueden encontrar fácilmente en internet, fue un convoy muy accidentado porque hubo varios intentos de fuga y, al parecer, diez personas consiguieron escapar, mientras muchos fugitivos fueron ametrallados.

Justo sobrevivió al angustioso viaje. En el campo trabajó en las oficinas, donde ejercía de contable. Murió en febrero de 1945, sin llegar por poco al día de la liberación del campo.

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